miércoles, 8 de marzo de 2017

Una Señorita actúa de espontanea

UNA SEÑORITA ACTUA DE ESPONTANEA 
(Las Provincias 5 de Març de 1931)

Tiene el titulo de farmacia y lee un largo escrito en el que se habla del emplazamiento de las cámaras Beccari, al que se opone el vecindario de Benimaclet.

Se llama doña Adelina Montesinos, y de su escrito publicamos lo más saliente.

Hace constar lo siguiente: "He venido aquí impulsada por lo que creo mis deberes sociales. Pero no aquellos que se relacionan con mi sexo, sino por los que se derivan de mi profesión de farmacéutico. Os pido, pues, que me escuchéis sin otra preocupación que la que os sugieran mis palabras y más atentos al valor de las 5 mismas que a otras consideraciones de las que de antemano quiero desposeerme.

No estaría justificada mi presencia  si viniese a repetir argumentos. Pero desde el último espontáneo que me ha precedido, el médico señor López, con quien me encuentro solidarizada en absoluto, se ha producido un hecho nuevo. Este es el informe de los técnicos municipales, que se dió lectura en la sesión pasada y dieron a la publicidad casi todos los diarios locales.

Los señores firmantes del referido informe no limitaron su  acción a formular éste en los términos moderados y objetivos que cumple a su misión y al carácter popular que tiene …este asunto, sino que despliegan estrategias polémicas demostrativas de cierto " apasionamiento". ¿Podía esperarse de los firmantes del informe otra actitud? Creemos que no y por eso hemos afirmado antes que era innecesario el informe.

Es muy difícil la contestación al informe sin dar a este escrito la desmesurada proporción de aquél, y como me preocupa el no ser molesta, procurará resumir las objeciones.

Pasemos por alto las dificultades que pueda ofrecer la resolución del problema de las basuras y la conclusión de los técnicos municipales respecto al procedimiento más conveniente, que es el que implantarán en Valencia.

Recogemos la afirmación rotunda de que el estercolero de Benicalap paralizó por completo la construcción de viviendas; Esto comienza “ya a ocurrir en la zona de Benimaclet, donde han quedado sin efecto algunas proyectadas construcciones ante el acuerdo de la instalación de las cámaras. El daño que se inferiría a la urbanización de esa zona si se instalan las cámaras es incalculable, porque nadie ha de aventurarse a construir cerca de las mismas.

El emplazamiento del que protesta Benimaclet no está a cuatrocientos metros, “sino a ochenta y cuatro de la última barriada; no es una gran distancia, pero desde luego“ podemos afirmar que no es la que se prescribe para establecimientos que puedan ser molestos o peligrosos. Entre tantas razones como aduce el informe, no vemos ninguna cita de disposiciones legales sobre la materia.

Este aspecto de la cuestión se ha silenciado con deliberado propósito, declarando que se trata de un centro fabril que puede ser emplazado en cualquier punto de la urbe.

La contestación que se da en el referido informe a Las alegaciones de la Facultad de Medicina, habrá hecho pensar a los dignos miembros de esta ilustre corporación, que las razones aducidas son pueriles, para usar un calificativo benévolo y que con ellas no se destruye ni mucho menos la protesta mesurada, pero enérgica en el fondo de aquella Facultad.

Los técnicos municipales no se han limitado a lo que está dentro de su misión, sino que se desplazan al asegurar que otros municipios rechazarían el emplazamiento y prejuzgan, y  en esto, sin darse cuenta, nos dan la razón los técnicos municipales. Es una molestia que hemos de sufrir los vecinos de Valencia, mejor dicho del poblado de Benimaclet, porque los de otras agrupaciones municipales no los tolerarían se gravaría el presupuesto. En esta declaración está implícito el reconocimiento de que las cámaras han de producir molestias y que privan más los intereses de la empresa que los de la ciudad.
Por último: ¿No es lógico suponer que si las cámaras están bien a una distancia de “cuatrocientos metros según el informe, ochenta y cuatro según nuestras medidas, estarán mejor a mayor distancia? ¿Por qué, pues, no se busca un emplazamiento más distante de poblado y se desvanecen todos los temores y todos los peligros?

Únicamente pido que se resuelva pronto y en justicia.»

Al terminar La señorita Montesinos la lectura, parte del vecindario femenino de Benimaclet que ocupa la tribuna pública, aplaude.

El Alcalde advierte a la señorita Montesinos que ha oído su informe, que pasa por alto, como homenaje a la mujer, aquellas frases que la Corporación pudiera considerar mortificantes, asegurando que la solución del asunto la desea el Ayuntamiento y a ella irá, pero siempre por los caminos de la razón, nunca por actos que pudieran interpretarse como una coacción.

Al terminar la sesión, los pasillos de la Casa Consistorial estaban ocupados por parte del vecindario de Benimaclet, en su mayoría mujeres y muchachas jóvenes, que defendían, como es lógico y natural, lo que consideran perjuicio para sus intereses.

El Alcalde repite a los reunidos los frases pronunciadas en la sesión al contestar a la señorita Montesinos, se dan unos vivas a Benimaclet y suenan nutridos aplausos.

El Alcalde señor Maestre dice a los reunidos que la forma en que actuaban en este asunto, un tanto coercitiva, no era la más apropiada, porque lo que se puede lograr con la razón, se pierde por la coacción, y terminó afirmando que asumía toda la responsabilidad y que mientras en esa actitud un tanto coercitiva se produjesen, no había resolución posible.

Los vecinos de Benimaclet salieron poco satisfechos.

1 comentario:

  1. Molt valenta va ser esta senyoreta farmacèutica per a fer eixa intervenció! Una pena que l'alcalde li fera poc de cas.

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Poble de Benimaclet